jueves, 19 de diciembre de 2024

 La causa reumatológica más común de amiloidosis secundaria es la AR. Esta debe sospecharse en pacientes con AR de larga duración que desarrollan insuficiencia renal con proteinuria (especialmente en rango nefrótico).

 El síndrome del túnel carpiano bilateral debe hacer sospechar enfermedades sistémicas como diabetes mellitus, hipotiroidismo, poliarteritis nodosa, síndrome de Churg-Strauss, AR, embarazo, acromegalia y amiloidosis.

 La angiografía por resonancia magnética generalmente no proporciona una resolución suficiente para demostrar la angiitis primaria del sistema nervioso central. La angiografía y las biopsias cerebrales son dos métodos para confirmar este diagnóstico.

 Una biopsia de la arteria temporal realizada más de 14 días después del inicio de la terapia con corticosteroides para una presunta ACG aún mostró vasculitis y cambios granulomatosos. La terapia con corticosteroides no debe disuadir el uso de la biopsia de la arteria temporal.

 La tríada de artritis degenerativa, orina que se vuelve negra al estar de pie y pigmentación cartilaginosa es prácticamente patognomónica de la alcaptonuria (es decir, ocronosis). La artritis ocronótica se caracteriza por dolor y disminución del rango de movimiento de las caderas, los hombros y las rodillas. A menudo, se observa oscurecimiento de la esclerótica, la concha y la hélice. Se puede observar pigmentación negra en el espacio del disco. El compuesto que se acumula en esta afección es el ácido homogentísico.

 La vasculitis asociada con AR casi nunca es una característica de presentación de la enfermedad. La vasculitis asociada con AR ocurre clásicamente en pacientes con AR nodular erosiva de larga duración con títulos altos de RF.

 La arteritis de células gigantes (ACG) debe considerarse en pacientes mayores de 50 años que presentan dolores de cabeza de aparición reciente y una velocidad de sedimentación globular elevada. Las características que hacen más probable el diagnóstico de ACG incluyen claudicación mandibular, dolor a la palpación de la arteria temporal, disminución de la pulsación de la arteria temporal, dolor a la palpación del cuero cabelludo, polimialgia reumática, anemia normocítica, fosfatasa alcalina elevada, fiebre y pérdida transitoria de la visión. El diagnóstico se confirma al demostrar una inflamación granulomatosa necrosante de la arteria temporal (o cualquier rama accesible de los grandes vasos) en presencia de manifestaciones clínicas compatibles. Otra pista útil para el diagnóstico de ACG es la respuesta a los corticosteroides. El diagnóstico debe cuestionarse en cualquier paciente sospechoso de ACG que sea resistente a la terapia con corticosteroides.